Cuando Florencia Melgar decidió viajar a Australia para mudarse con su novio y la hija de ambos, en 2010, tuvo que prestar atención a las oportunidades laborales que podía haber para una periodista hispanoparlante. “No había espacio para hacer periodismo”, resumió. “Hay radios privadas y comunitarias de habla hispana pero no sirven como salida laboral; sitios web periodísticos no existen. Pero me encontré con una cantidad enorme de organizaciones, grupos, asociaciones de latinos, todos separados. No es fácil hacer esos vínculos si uno recién llega. Me generó una sensación de atomización de la comunidad y pensé en un sitio web de noticias pero que, además, cumpliera ese rol aglutinador de la comunidad”.
Así surgió Latinhub: como un portal de noticias enfocado a las novedades de mayor interés para los hispanohablantes que viven en Australia, y que además reúne información útil para los inmigrantes: desde cómo votar en las elecciones de cada país, hasta avisos de cuándo y dónde se puede estudiar inglés.
A decir de su directora y única responsable, Latinhub “llenó un hueco de algo que no existía; eso me lo dicen todos los días, personas de diferentes ámbitos, políticos, agentes comunitarios”. Melgar contó que la mayoría de la información que reúne Latinhub ya estaba online “pero no era accesible”, ya que hay que pasar "por dos o tres pasos en inglés antes de llegar a la información en español”. “Es gracioso porque cumplen con el requisito de que está ahí pero si uno no entiende inglés jamás llega a la información en español. Y además es información que está en una gran cantidad de sitios diferentes. Aquí está toda junta”.
“Tenemos una agenda diaria de eventos de la comunidad hispana, todos los servicios y trámites que un inmigrante necesita hacer, todo en español. Te explicamos cómo funciona el sistema político en este país, cómo manejar, cómo acceder a la salud, a la educación, cómo votar”, describió. “Y, por supuesto, te indicamos cómo acceder a los servicios y cuáles son los teléfonos gratuitos de intérpretes. Es un primer aterrizaje a Australia que es de mucha utilidad”.
La periodista -graduada en la Universidad ORT en 2003- reconoce que, ahora, el desafío es mantener el portal y mejorarlo. La agenda de la que se nutre mira especialmente a Latinoamérica, pero no olvida las noticias locales. Es que Latinhub se dirige a unas 90.000 familias hispanas residentes en Australia, lo que significa unas 300.000 personas, entre nacidos en América Latina y España y sus descendientes. “Claro, los descendientes utilizan cada vez más el inglés”, advierte Melgar, que, de todas formas, reconoce que su público objetivo representa “una buena cantidad”.
Para cumplir con estas metas, las jornadas de trabajo son “medio demenciales”, según comentó Melgar. Aunque cuenta con algunos corresponsales en varios países, al momento, ella es la única periodista que trabaja fijo para el sitio. Con información oficial y la que ofrecen los medios locales, Melgar resume y redacta lo principal a informar. “Me estoy manejando bastante bien porque la agenda de Australia es repetitiva, lo cual es medio desmotivante para el periodista pero al mismo tiempo facilita mi trabajo en este momento en que estoy sola con todo”.
La periodista adelantó que Latinhub está desarrollando un proyecto de Periodismo Ciudadano para dar participación a los latinos en Australia: tendrán su propia sección para contar sus historias en diferentes formatos -escrito, auto y video-.
Latinhub comenzó a funcionar en abril de 2011 y las visitas pasaron de 7.000 a 11.000 y a 21.000. En el año que lleva activo, ya lleva casi 80.000 visitas y más de 125.000 páginas únicas vistas.
El sitio tiene una postura particular respecto a la publicidad: hay poca, por decisión de la responsable. “Priorizamos la información y nos negamos a recargar con publicidad al usuario. Si el sitio marcha bien, algunos espacios se harán rotativos, por lo que entrarán más publicidades pero sin aumentar la superficie del portal”.
Además, los auspiciantes pueden deducir el 100% de la publicidad que ponen en Latinhub de sus impuestos al final del año fiscal. “Esto es alentador porque al final del año es una inversión y no un gasto. Pero además, si saben que un porcentaje va para una ONG, entonces tienen la posibilidad de direccionar parte de sus impuestos a una ONG de su interés, lo cual en definitiva les da más libertad sobre qué hacer con su dinero”.
Melgar considera que “aportar a la comunidad es parte de la responsabilidad de la empresa y, desde este punto de vista, también es una inversión, no un gasto ni una pérdida”.