Hace más de dos años, Tomer Urwicz recibió un correo electrónico de Virginia Martínez, quien había sido su docente de Lenguaje Audiovisual en la universidad, y por entonces era directora de Televisión Nacional del Uruguay. Allí le comentaba que el canal se encontraba gestando un proyecto documental sobre escuelas rurales y que involucraba investigación sobre historias de vida, algo que el periodista venía haciendo en la revista Domingo de El País. En ese entonces, Urwicz se sumó a la iniciativa, siendo la primera vez que incursionaba en la producción periodística televisiva. El producto final, Uruguay: escuelas rurales, historias reales, se estrenará este sábado 3 de setiembre.
“El primer desafío fue preseleccionar algunas escuelas cuyas historias sean significativas, a nivel periodístico y narrativo. La masa de escuelas rurales supera las 1000, de las cuales más de 700 son unidocentes. Ese fue el primer filtro, buscar escuelas en que un único maestro es el eje de la formación y cuya escuela es centro de vida de una comunidad”, contó Urwicz. “Luego se intentó encontrar el equilibrio: no repetir escuelas de una misma zona o complementar una maestra que viaja todos los días muchos kilómetros con quien se queda a dormir en la escuela”.
Una vez hecho ese trabajo, Urwicz junto a su colega Natalia Verdún, consiguieron los contactos de los docentes y empezaron a indagar en la vida de la comunidad. “La idea no era conocer solamente declaraciones, sino aspectos que sirvan para una narración audiovisual: actividades especiales, espacios físicos en la escuela, medios de transporte de los alumnos, situación de las familias, etcétera”.
“Una vez concretada la preselección se viajó al lugar para conocer in situ a los docentes. Ese encuentro permitió vivenciar cómo la escuela rural es, más allá de números, el punto de reunión de pequeños poblados. En este sentido, mantiene la esencia de la escuela pública: el rico y el pobre conviven y reciben la misma clase”.
El productor periodístico coincidió con el director de la serie, Valentín Barla, sobre el respeto que se vivencia en esos espacios. “Comprobamos que es un medio en que el respeto está muy presente y en que la actitud del docente y de los padres de los alumnos hace a la formación de los niños. La influencia de los adultos es relevante hasta para pintar las paredes, evitar una gotera o planificar una salida didáctica”.
“Por razones de tiempo y burocracia, el proyecto se fue demorando y eso me obligó a dejar la producción periodística a mitad de camino”, contó. “El atraso hizo que algunos docentes dejaran de ejercer la profesión en la escuela en que se había filmado y, por tanto, hubo que recapitular”.
Sobre el producto en sí, el periodista opinó que “como documental no se propone una mirada crítica al sistema sino un acercamiento al valor de la escuela rural y al rol del docente en este medio; las falencias que puedan haber quedan marcadas en la historia y cada televidente podrá sacar sus propias conclusiones”. “La experiencia fue muy enriquecedora y da cuenta que los periodistas también tenemos un campo para explotar en la producción documental. En un sistema cada vez más audiovisual, es relevante que el periodista sepa aprovechar esos espacios”.