Un adolescente se enamora de la hermana de su mejor amigo. Mirarla y hablarle delante de su compinche y compañero de aventuras se convierte pues en una misión casi imposible. Pero, ¿qué siente el joven enamorado? Grandes deseos de hablar con ella que conviven con el temor de no ser correspondido y ser descubierto por su hermano de la vida.
Esta situación, que muchos adolescentes viven, es la que recrea el corto "De mi mejor amigo" de Ilan Rosenfeld (de 26 años de edad), quien se graduó en 2010 de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual y obtuvo el Primer Premio en la categoría Mejor Corto Uruguayo del "11º Festival Internacional de Escuelas de Cine", organizado por la Escuela de Cine del Uruguay del 28 al 31 de octubre.
El premio consiste en herramientas y materiales para realizar un cortometraje. Ilan llevará adelante el guión de otra historia romántica, titulada "Amor en pasillo", que se inspira en el director cinematográfico Billy Wilder, porque "es un guión que tiene una estructura de comedia donde se sabe desde el principio que la pareja que se conoce se va a terminar enamorando; es un lugar obvio", explicó.
Mientras cursaba el Taller de Producción 4 del octavo semestre de la carrera, en 2009, Ilan le contó a un amigo acerca de un episodio de amor de su adolescencia. "Al rato vuelvo a casa y escribo esencialmente la idea (…) en la cual agudicé ciertas cosas, para hacerlas visibles, pero que a mí me pasaron muy interiormente", recordó.
Después que escribió el guión se conectó por Internet con un amigo paraguayo, estudiante de literatura, que había conocido durante un intercambio estudiantil que realizó en la Universidad del Pacífico en Chile. "Ante la necesidad de generar diálogos más reales" el graduado le pidió a su amigo que lo ayudara a interpretar la conversación de los personajes; Ilan interpretó a quien él había sido en la adolescencia, mientras que el joven paraguayo tuvo el rol de la hermana del amigo del graduado.
Durante la carrera el graduado "tuvo un aprendizaje real". "Antes de empezar a cursar tenía un concepto que era muy infantil o ingenuo sobre el arte, un sentido muy romántico que no lo perdí del todo". Ilan recuerda que el sentido crítico de algunos profesores lo hizo "pensar" y lo "formaron" como creador. Su "gran suerte" -explica- es haber tenido un grupo de compañeros con una "sensibilidad aguda por las artes y la observación del mundo" similar a la suya.
Entrevista publicada en diciembre de 2010
