El jueves 20 de abril, en la Fundación Fucac, se presentó el primer libro de Bernardo Wolloch, Licenciado en Comunicación orientación Periodismo, Jorge Batlle: el profeta liberal, editado por Fin de Siglo.
La presentación estuvo a cargo de Ignacio Zuasnabar, consultor político, analista de opinión pública y director en Equipos Consultores. “No conozco a Bernardo, lo conocí recién”, comenzó diciendo. “El libro me gustó mucho y eso fue una sorpresa para mí porque está escrito por alguien que no ha escrito ninguna otra cosa, por un chico tan joven. No tenía la menor idea con qué me iba a encontrar, y me encontré con un muy buen libro, de verdad. Bien escrito, bien organizado, bien documentado”.
Zuasnabar destacó la capacidad de Wolloch para elegir los documentos que “efectivamente aportan valor al relato y valor a entender a Jorge Batlle como personaje”.
“Hay algunos recursos que hacen al libro muy dinámico y entretenido, como ese ‘yo le preguntaría a Batlle tal cosa y Batlle me respondería tal otra’. Muchas veces esas contestaciones son las que dio Batlle en el marco de algunas entrevistas, pero está estructurado de tal manera que sentimos que hay un ping pong, entre el autor y Jorge Batlle, que nunca existió”.
El presentador resumió que se trata de un libro “que canta la justa sobre Batlle”. Y que eso, implica, además, relatar la historia política de Uruguay en los últimos cincuenta o sesenta años. “Imagino que, para un joven de 26 años, que no tiene ninguna referencia vivencial, es algo muy difícil de hacer”.
El libro está dedicado a Marcelo Soba, compañero de la universidad y amigo del novel escritor, que es quien le hizo llegar a Fin de Siglo la tesis de Wolloch.
“Luego que la editorial la leyó, les llamó la atención la manera en que estaba escrita: les pareció provocador, audaz; yo estaba fascinado porque a alguien le había interesado la manera en que escribía”, comentó el autor. “Pero el tema resultaba complicado de comercializar entonces el globo se pinchó y quedamos a medio camino”.
Luego de la muerte de Jorge Batlle, a fines de octubre de 2016, Wolloch manifestó su interés por el expresidente colorado y llegaron a un acuerdo. “Ellos hicieron una apuesta muy grande porque son una editorial con muchos escritores, politólogos e historiadores importantes, y decidieron apostar por una voz joven que sabía poco de política y que no estaba muy interiorizado con el siglo XX de la historia uruguaya”, reconoció. “Cuando salí de esa entrevista lo primero que hice fue ir a mi trabajo a renunciar, y en seguida me fui a El País, a ver a mi tutor de tesis, Martín Aguirre. Caí de bermuda y de chancletas y le dije: ‘me propusieron esto, no puedo decir que no’. Me miró a los ojos y me preguntó: ‘¿pero vos sabés algo de Jorge Batlle?’. Me pidió que sacara la libreta y empezara a anotar, ‘tenés que llamar a este, no podés dejar de consultar a este…’. Y ahí empezó el trabajo”.
“El libro es una confluencia de voces que aportan”, continuó. “Las cartas personales que aparecen no solo logran darnos las pinceladas del Jorge Batlle público sino también nos ayudan a entender a ese Batlle privado, joven, que a veces es difícil de plasmar si uno no lo conoce personalmente”.
Wolloch recordó que al inicio del libro admite que no conoció a Batlle: “lo que intenté fue acompañar a Jorge Batlle durante toda su vida para poder construir el personaje junto con el lector”.