La clase contó con la presencia del fotógrafo Manuel Manuelián, el último de los denominados fotógrafos de plazas que sigue trabajando en Montevideo.
Cada domingo acude temprano al Parque Rodó, con su cámara a cuestas, para fotografiar a los paseantes y vender los retratos. La cámara de Manuel tiene la particularidad de que es de cajón sostenida por un gran trípode.
Manuel, con algunas variantes, realiza calotipos: dentro de su cámara de cajón toma la fotografía e inmediatamente, ahí mismo, la revela y la fija, obteniendo un negativo fotográfico. Luego fotografía ese negativo y obtiene el positivo de esa imagen, es decir, la copia fotográfica que todos conocemos, la cual revela y fija dentro de su cámara de cajón para completar el proceso.
Con su visita, los estudiantes pudieron conocer aspectos de la historia de la fotografía.