El 5 y 6 de agosto se celebró la primera edición de la Escuela de Invierno “Educación superior y tecnología: el rol estratégico de la inteligencia artificial en los aprendizajes”, una propuesta formativa especialmente diseñada para los docentes de la Universidad ORT Uruguay.
Organizada por el Centro de Actualización en la Enseñanza Superior (CAES) con el apoyo del Proyecto People, la iniciativa buscó generar un espacio de cocreación y experimentación en torno al uso pedagógico de la inteligencia artificial, así como impulsar la consolidación de una comunidad de práctica comprometida con la mejora de los aprendizajes.
Con conferencistas internacionales y expositores de las distintas facultades, la Escuela de Invierno reunió a más de un centenar de participantes tanto en modalidad presencial como virtual, con la intención de consolidarse como una instancia periódica de encuentro y reflexión sobre las preocupaciones de los docentes en la Universidad ORT Uruguay.
La edición 2025 de la Escuela de Invierno puso el foco en los dilemas, las tensiones y las oportunidades que plantea la inteligencia artificial en la educación superior.
El aprendizaje, parte del ADN docente
En un escenario universitario que aún asimila los cambios vertiginosos de la pandemia, la irrupción de la inteligencia artificial generativa volvió a sacudir los esquemas. “Creo que nadie hubiera pensado que en estos últimos años se habrían introducido cambios tan radicales”, aseguró el Dr. Carlos Marcelo, catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Sevilla (España).
Durante la conferencia titulada “Integración de tecnologías digitales en la educación superior: enfoques y desafíos”, destacó que, hoy en día, hay una idea de que está “todo por hacer”: “Parece que tenemos que inventarlo todo y ponernos las pilas de nuevo, porque lo que hacíamos ya no vale y necesitamos un nuevo enfoque”. Sin embargo, para Marcelo, eso no es así, y no es bueno trasladarles a los docentes la idea de que “nada de lo que se ha hecho antes vale” y que hay que empezar “de cero”.
“El sector productivo está cambiando y va a cambiar inexorablemente, pero no va a generar una hecatombe”, indicó. Y enseguida continuó: “Los que tenemos canas ya hemos tenido experiencias de que ‘las tecnologías van a cambiar el mundo’ y, evidentemente, cambia, pero el mundo sigue siendo identificable”.
La clave, para Marcelo, está en dejar de ver a las innovaciones como amenazas y empezar a pensarlas como una ayuda para el profesorado. Eso significa no negar las potencialidades que la inteligencia artificial ofrece: para personalizar la formación, para diseñar recursos digitales de forma más eficiente, para integrar y analizar datos a la hora de la toma de decisiones, para generar oportunidades de aprendizaje diferentes, por mencionar algunas opciones.
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En ese contexto en donde la inteligencia artificial llegó para quedarse, para el catedrático —necesariamente— se requiere repensar la formación para que, luego, los estudiantes tengan la capacidad de aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece. Y, para ello, el rol del profesorado se vuelve aún más relevante.
En nuestro ADN siempre está el aprender: el ir más allá, el leer, el buscar, el compartir, el difundir.
Dr. Carlos Marcelo
Algunas cuestiones a las que hay que presentar especial atención, según Marcelo, es que el docente universitario inevitablemente tiene que aprender: “Si no aprendemos con inteligencia artificial, difícilmente podemos enseñar con inteligencia artificial”.
En un momento en el cual estima que el 50 % de la producción de sus estudiantes es realizada por la inteligencia artificial, detalló que se debe pasar “de la detección a la formación”. En definitiva, impulsar espacios para que los estudiantes conozcan y aprendan de la herramienta: hacerles entender la importancia de que declaren cuándo la utilizan y de qué forma, enseñarles que los resultados tienen sesgos y que deben verificar la información generada.
“Esto significa que hay más trabajo. Si alguien pensaba que la inteligencia artificial nos va a quitar trabajo, quizá nos quite algunas tareas, pero luego nos pondrá otras nuevas”, resumió Marcelo.
Los superpoderes de los docentes
¿Qué pasaría si en los próximos años no existieran diferencias entre lo falso, lo verdadero, lo alucinado y lo sintético? ¿Qué pasaría si delegáramos al máximo y al extremo capacidades cognitivas en la inteligencia artificial generativa? ¿Qué pasaría si la universidad perdiese su sentido de preparación para el futuro de sus estudiantes?
Con esas preguntas disparadoras y provocadoras, la Dra. Carina Lion —docente de la carrera de Ciencias de la Educación de la Universidad de Buenos Aires (Argentina)— comenzó su exposición en la Escuela de Invierno, que estuvo titulada “Buenas prácticas a nivel de integración de la inteligencia artificial en la docencia”.
Deconstruir los mitos más comunes en la actualidad, relacionados con la inteligencia artificial, fue uno de sus objetivos. En primer lugar, la idea de un “solucionismo” y de que las herramientas “vienen a resolver” problemas pedagógicos profundos. La concepción de que la “tecnología lleva en sí misma la innovación”, en segunda instancia.
Y, en tercer lugar, la creencia de que tienen “superpoderes”: “Le atribuimos muchas cosas a estas herramientas. Son poderosas, pero también hay que pensar qué poder le damos y cuál es nuestro superpoder como docentes”.
Hay un desafío enorme: entender la época en que nos toca transitar. ¿A quiénes estamos formando? ¿Para qué futuro? ¿Para qué trabajo? ¿Para qué mundo?
Dra. Carina Lion
Quienes trabajan en la docencia, muchas veces tienden a “reaccionar a lo que se viene” y pocas a “anticipar qué puede llegar a pasar”: “Estas tecnologías no piden permiso; irrumpen. Y nosotros lo primero que nos preguntamos es ¿qué hacemos?, ¿cómo las usamos?”.
En la visión de Lion, lo esencial es comprender que la inteligencia artificial brinda “una caja de herramientas y una nueva forma de construir conocimiento”. Puede “resolver problemas”, pero la inteligencia humana “debería decidir qué problemas son relevantes”: qué se delega y qué es indelegable.
Y, sobre todo, analizar cómo generar un aprendizaje pleno y experiencias valiosas que “merecen la pena ser vividas en la universidad”. “¿Qué experiencias estamos generando, que sean únicas, valiosas y que no puedan ser asumidas en su totalidad por la inteligencia artificial?”, cuestionó la docente.
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Son discusiones que se deben retomar, especialmente porque la generación actual de educadores se encuentra en un punto de quiebre. “Somos una generación bisagra entre épocas. Nos tenemos que mover como bisagras y hay que empezar a visionar ese futuro, para poder ser más bisagra todavía”, concluyó Lion.
Experiencias que inspiran
Tras las conferencias internacionales, los participantes de la Escuela de Invierno se distribuyeron en salas, donde se compartieron experiencias docentes de las diversas facultades, y debatieron sobre los desafíos y oportunidades que ofrecen para la docencia.
Posteriormente, en un espacio común, se reportó el intercambio generado y tanto Marcelo como Lion realizaron comentarios sobre las iniciativas expuestas.
Asistente Docente IA-ORT
Con la presentación del Asistente Docente IA-ORT, el Mtr. Gonzalo Mordecki —docente de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales— ofreció una puesta al día sobre la plataforma y demostró cómo puede integrarse al trabajo cotidiano.
“Lo que hicimos fue desarrollar una herramienta para los procesos de la docencia: un generador de dinámicas de clase, el planificador docente, un generador de parciales, uno de rúbricas y una opción que se encarga de hacer devoluciones de obligatorios”, explicó Mordecki, quien también contó que en la actualidad suma cerca de 3500 resultados generados.
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La Dra. Andrea Tejera Techera, coordinadora académica del Centro de Actualización en la Enseñanza Superior (CAES), fue la encargada de reportar sobre el Asistente Docente, que está disponible para todos los docentes de ORT. En su intervención, destacó la necesidad de “aprovechar todos los recursos que hoy tiene la universidad”. Y, sobre todo, precisó que se trata de una “buena herramienta de apoyo a la iniciación de la práctica docente” y al uso de la inteligencia artificial.
Si bien advirtió sobre ciertas tensiones —como el hecho de que la herramienta puede ofrecer respuestas automáticas—, insistió en que “es el docente quien toma las decisiones”: “Es quien define qué les propone a sus estudiantes y qué aspectos de la tecnología incorpora o deja de lado”. Finalmente, apuntó que se trata de un recurso “vivo”, que proyecta seguir actualizándose en la medida que los docentes vayan trabajando y brindando retroalimentación.
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Punch UY
El Mtr. Diego Miranda, docente de la Facultad de Diseño, presentó Punch UY: un ejercicio en el que se les propuso a los estudiantes la creación de un zoomorfo representativo de Uruguay con inteligencia artificial, con el objetivo de integrar esta tecnología en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
El decano de la Facultad de Diseño, Lic. Oscar Aguirre, fue el seleccionado para reportar el intercambio. Al tomar la palabra, indicó que la iniciativa permitió situar con claridad cuál debe ser el lugar de la educación frente a la utilización de la inteligencia artificial en el ámbito universitario.
En ese sentido, uno de los puntos centrales discutidos fue la necesidad de promover la exploración y el uso reflexivo de dichas herramientas, sin olvidar los “elementos propios de la humanidad”.
Para finalizar, remarcó que resulta imprescindible “redefinir las estrategias pedagógicas” y que generar espacios de evaluación entre pares, por ejemplo, puede convertirse en “un vehículo muy interesante para el aprendizaje efectivo”, al fomentar la colaboración, la retroalimentación y la construcción compartida de conocimiento.
Lo que está haciendo ORT es lo que deberíamos de hacer: generar espacios abiertos y constantes, en los que podamos seguir aprendiendo entre todos.
Dr. Carlos Marcelo
- Te puede interesar: PPT de la presentación de Punch UY.
AutoGrade
En representación de la Facultad de Ingeniería, la Dra. Inés Friss de Kereki expuso sobre “AutoGrade”: un sistema automatizado de calificación, que utilizó la inteligencia artificial para evaluar parciales. La aplicación web les permitió a los docentes sacarle una foto a los ejercicios, generar y aplicar una rúbrica, así como visualizar las calificaciones sugeridas por la inteligencia artificial.
“Se metieron con un tema súper sustancial, que nos vemos muy tensionados los docentes en el momento actual”, sentenció el Dr. Martín Rebour, asesor en proyectos de postgrados del Instituto de Educación, quien fue el encargado de comentar el proyecto de la docente de la Facultad de Ingeniería.
Una cuestión que provocó la presentación fue la necesidad de seguir siendo creativos a la hora de evaluar.
Dr. Martín Rebour
Lo interesante —para él— es que se realizó una doble corrección: los docentes evaluaron de forma tradicional y, luego, analizaron la corrección con inteligencia artificial. Esa actividad les hizo llegar a la conclusión de que, en los ejercicios más simples, había un porcentaje mayor de coincidencias entre los docentes y la inteligencia artificial. En ejercicios más complejos, la coincidencia disminuía.
Tal como recalcó Rebour, es una herramienta pensada “desde el lugar de asistente” y “no desde la sustitución”, que permite corregir más rápido e identificar errores no detectados. “El docente sigue estando presente”, concluyó.
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IAG para Fomentar la Comprensión
“Estamos convencidos de que escribir es pensar, es lo que nos hace humanos. Si hay un objeto que escribe por mí, entonces, ¿dónde está la función epistemológica?”, aseguró la Mag. Hecsil Coello, docente de la Facultad de Comunicación, con relación a uno de los desafíos que plantea la inteligencia artificial en la actualidad. “Cuando los modelos parece que escriben muy bien y muy rápido, ¿qué les vamos a enseñar a los estudiantes?”, complementó el Lic. Leroy Gutiérrez, también docente de la Facultad de Comunicación.
Esas interrogantes iniciales fueron el puntapié para que ambos docentes desarrollaran el proyecto Uso de modelos de IAG para fomentar la comprensión y la aplicación de los fundamentos de la redacción. Basándose en la metodología de la escalera de la inteligencia artificial en educación (PENT-Flacso) —originalmente pensada para docentes—, propusieron un acercamiento progresivo de los estudiantes a dicha tecnología.
El proyecto busca alfabetizar a los estudiantes, para que entiendan que el modelo de lenguaje no genera los textos de la calidad que ellos presumen que tienen.
Lic. Leroy Gutiérrez
https://www.youtube.com/watch?v=hUwAfsZQ_Og&t
El Dr. Esteban Zunino, decano de la Facultad de Comunicación, hizo una recopilación de lo intercambiado durante la presentación de Coello y Gutiérrez. El proyecto, además de haber llevado herramientas de inteligencia artificial al aula y “sacado conclusiones valiosas”, les permitió a los docentes pensar cómo cambiar las rúbricas y las consignas, para desestimular que los estudiantes usaran los modelos de IA para resolver tareas sin ninguna intervención de su parte.
Al mismo tiempo, el decano recalcó el valor del trabajo de los docentes, al haber compartido algunas características habituales de los textos redactados por los estudiantes, en contraposición a las “marcas de la prosa robotizada”. "Esa sistematización debería estar en el kit que entregamos el primer día de clases”, acotó Zunino.
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EPICA
Finalmente, el último proyecto presentado fue el del Dr. Guillermo Lockhart y del Téc. Fernando Pino, docentes de la Facultad de Arquitectura, que estuvo titulado EPICA (Ejercicio de Integración de Herramientas de IA para Potenciar la Creatividad en Investigación Arquitectónica).
Dicha iniciativa respondió al desafío de guiar a los estudiantes hacia la formulación de propuestas originales y alineadas a los problemas actuales de la disciplina arquitectónica, al superar bloqueos iniciales y optimizar el tiempo destinado a la búsqueda de temas.
El decano de la Facultad de Arquitectura de ORT, Arq. Gastón Boero, relató que, al inicio, las preguntas de los estudiantes “eran siempre las mismas”, por lo que el aporte de la inteligencia artificial resultó clave para vincular los intereses individuales con preguntas válidas para la investigación.
Entre las fortalezas identificadas, manifestó la posibilidad de dedicar más tiempo al desarrollo del pensamiento crítico y a la investigación profunda. El trabajo, además, permitió reflexionar sobre los potenciales riesgos —como ser la posible normalización de los resultados—, sin olvidar las oportunidades —escalar la propuesta hacia otras materias de la facultad e, incluso, al resto de la universidad —.
Celebro la presentación de las experiencias innovadoras. Contar con una política institucional que habilite y genere las condiciones para que sucedan ya es, en sí mismo, un logro enorme.
Dra. Carina Lion
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Talleres para crear futuro
Asimismo, durante la tarde del martes 5 y la mañana del miércoles 6 se llevaron a cabo tres talleres específicos y virtuales para las facultades:
- Acción IA: actividad para docentes de la Facultad de Diseño.
- Del boceto al video: taller de creación visual asistida por IA: actividad para docentes de la Facultad de Arquitectura.
- Evaluar para aprender: desafíos de la docencia universitaria en tiempos de IA: actividad para docentes de la Facultad de Comunicación.
En estos espacios, los docentes intercambiaron sobre temáticas de especial interés en cada facultad, constituyeron espacios de “pensar” y “hacer” donde se compartieron recursos, y se identificaron proyectos de interés común.
Miradas y perspectivas
Los docentes como embajadores del cambio
“La Escuela de Invierno intenta ser un espacio privilegiado de reflexión y de análisis de los temas que hacen a la esencia de nuestro trabajo como docentes”, aseguró el Dr. Pablo Landoni.
Para el vicerrector académico de la Universidad ORT Uruguay, es “verdaderamente una alegría” contar con dicha iniciativa para que los docentes intercambien, aprendan colectivamente, generen comunidad y se genere retroalimentación entre las distintas áreas en las que se trabaja en la institución.
Es una oportunidad muy rica para conocer qué se está haciendo, así como para compartir nuestras propias experiencias, aprendizajes, dudas e inquietudes.
Dr. Pablo Landoni
El tema seleccionado para la edición 2025 de la Escuela de Invierno es de gran relevancia para la universidad. Es por ello que Landoni enumeró algunas de las iniciativas desarrolladas para sus docentes en materia de inteligencia artificial. Las puestas a punto del Ing. Eduardo Mangarelli —decano de la Facultad de Ingeniería de ORT —, la formación del CAES en la temática, así como los proyectos de innovación docente con inteligencia artificial, por mencionar algunos ejemplos.
Finalmente, durante las palabras de apertura de las jornadas, el vicerrector incentivó a los docentes a aprovechar el espacio y, al mismo tiempo, a que “sean embajadores” al replicar los aprendizajes a los 1500 docentes de ORT. “Queremos que estos temas permeen en el cuerpo docente de la universidad”, sentenció.
Generar olas
“Queríamos generar olas y creo que las olas se están generando”, manifestó la Dra. Andrea Tejera Techera, coordinadora académica del Centro de Actualización en la Enseñanza Superior (CAES).
En sus palabras, “es una alegría” haber concretado una instancia como la primera Escuela de Invierno de ORT, pensada para plantear oportunidades y desafíos que van a tener un efecto en el “ejercicio de la docencia en beneficio de los estudiantes”.
Durante los dos días de actividades, subrayó que “no se trata de tomar unas decisiones de carácter general, sino de registrar los aportes tan ricos que se han realizado”, para multiplicar los aprendizajes y “generar oportunidades a transitar posteriormente”.
Y, en esa línea, remarcó la importancia de capitalizar las reflexiones surgidas. “Afortunadamente, contamos con otros espacios de coordinación y reflexión donde podremos ir aterrizando estas ideas”, concluyó.
La h de humano
“Lo que importa es la h de humano”, aseveró la Dra. Teresa Cometto, decana de la Facultad de Administración y Ciencias Sociales.
En el mensaje que brindó en el cierre de la Escuela de Invierno enfatizó en la importancia de dicha instancia, que permitió no solo reflexionar sobre el rol docente, sino acerca de cómo llevar adelante el proceso de aprendizaje en los estudiantes que, en definitiva, “es lo que nos mueve”.
“Celebro y aplaudo esta primera Escuela de Invierno, que seguro es el puntapié inicial para muchas más”, expresó.
Celebrar los aprendizajes compartidos
“Es paradójico que el tema transversal a la Escuela de Invierno fue la inteligencia artificial y la tecnología. Sin embargo, la clave del éxito de las dos jornadas fue la posibilidad de lo humano, de los aprendizajes compartidos y la colaboración entre los distintos grupos de docentes que participaron”, puntualizó la Dra. Denise Vaillant.
La decana del Instituto de Educación agradeció a la “red enorme de colaboración” que permitió la realización de los dos días de jornadas. El Centro de Actualización en la Enseñanza Superior (CAES), el Proyecto People, el Centro de Tecnología Educativa (CTE) y los tecnólogos educativos, los miembros de los proyectos de innovación docente con inteligencia artificial, los decanos e integrantes de las facultades, y a los distintos servicios de la universidad que colaboraron para que fuera posible.
La presencia de los docentes de forma presencial y virtual indica que hay un interés genuino de todos los que estamos convocados en formar mejores profesionales para el mundo de mañana.
Dra. Denise Vaillant
Para cerrar, Vaillant destacó que quienes participaron en la primera edición de la Escuela de Invierno “son pioneros”, ya que también adelantó que la experiencia se va a replicar el próximo año, con la intención de que esté abierta para colegas de todo Latinoamérica.