Álvaro Buela enfocó su charla en el concepto de la creatividad —particularmente sobre la creatividad en audiovisual—, “una de las cosas que las máquinas todavía no pueden hacer”.
Lo primero que remarcó es que el cine se hace por etapas: guión, preproducción, rodaje, montaje, postproducción y el estreno. “No hay una película que se haga de golpe”, aclaró Buela, que es psicólogo, periodista, escritor, guionista y realizador cinematográfico, además de catedrático de Realización Cinematográfica en la universidad. “Para llegar al guion necesitamos construir escenas, construir estructuras, construir personajes, generar una historia, que nunca viene dada. Y la creatividad debe estar presente en cada uno de estos procesos”.
En general, los libros definen la creatividad como un proceso, donde se elimina por completo esa fantasía de la inspiración. Es un proceso que no es lineal, hay muchos pasos, muchas contradicciones, incluso muchas idas y vueltas, o de bloqueos. Lo que hace la creatividad es generar nuevas relaciones entre cosas que ya existen.
Gabriela Rocha, por su parte, sostuvo que “estudiar comunicación puede llevarte por caminos profesionales diversos y diría que también desconocidos”.
Rocha tiene un Máster en Administración y Dirección de Empresas y actualmente es Gerenta de Marketing y Comunicación del Grupo Ferrere. Dedicó su charla a hablar de talento y de apertura.
La pasión y el talento es una parte, después todo es estudio y trabajo.
“Mi primer curso de comunicación escrita no fue tan bueno como yo pensaba. Cuando uno cree que es bueno en algo, como que va a aprender pero talentea y la verdad es que yo no escribía tan bien como creía, tenía que pulir una cantidad de cosas”, reconoció.
Después de más de diez años en periodismo notó que lo empresarial también le llamaba la atención. “Este es el segundo tema del que quería hablarles: la apertura. Me decidí a estudiar negocios para meterme más en el mundo corporativo. Me fui dejando sorprender y fui tomando cosas que se me fueron presentando”.
Ana Laura Pérez, Master Profesional en Dirección y Administración de Empresas y Diploma en Estudios Latinoamericanos, actualmente gerenta de producto digital del diario El País, remarcó que “antes había un sistema de medios y una especie de casta de gente que emitía información”, mientras “todo el resto consumíamos eso”.
“Básicamente, ser periodista era pararte en la puerta para decir ‘esto pasa, esto no’. Hoy, el periodismo en Uruguay y en el mundo lo que hace es abrir esa puerta”, sostuvo, bajo la consigna de que todos tienen la capacidad de generar mensajes.
En este tiempo, los periodistas tuvimos que entender que ya no custodiábamos la puerta sino que teníamos que empezar a usar herramientas para abrir ciertas puertas, para mostrar ciertas cosas.
Federico Lamaison dijo que para saber cuáles son los desafíos que tienen el marketing y la comunicación publicitaria se debe hablar de un cambio de ecosistema.
“Hoy, los marketers nos tenemos que ocupar de entender tres cosas: el new media digital, que nuestros consumidores y nuestros clientes tienen un megáfono en las manos y, por último, que el contenido lo hacemos todos y competimos todos contra todos”, explicó Lamaison, CEO en la agencia Punto Ogilvy and Mather de Uruguay.
Las máquinas nos están haciendo la vida más fácil. Lo importante es la idea. Hay que poner toda la tecnología al servicio de una idea.
Aclaró que no se refería al concepto de idea como “idea-campaña” sino como “idea-negocio”. Para ejemplificar, mencionó el caso de su compañero de agencia Bruno Petcho, licenciado en Comunicación orientación Publicidad, quien junto a un colega ideó Spotlike. “Básicamente lo que hicimos, a través de la tecnología y sin ser ingenieros ni programadores, fue desarrollar una plataforma para conectar a creadores de contenidos (influenciadores) con marcas y agencias de publicidad”, explicó Petcho.
Lamaison concluyó: “Las máquinas nunca van a poder imaginar ni soñar; las máquinas pueden hacer lo que le decimos y pueden aprender, pero este tipo de ideas no las pueden llevar a cabo”.