El 6 de enero de este año, partidarios de Donald Trump irrumpieron en el Capitolio con el fin de evitar la certificación de las elecciones presidenciales de 2020 que darían como ganador a Joe Biden. El magnate estadounidense, que debía dejar su cargo de presidente, había animado a sus simpatizantes, a través de su cuenta de Twitter, a participar en las manifestaciones que posteriormente se convertirían en el violento asalto al Capitolio.
Esta situación fue la que provocó que las plataformas más importantes —como Twitter, Facebook, Instagram, YouTube y Snapchat— optaran por suspender las cuentas de Trump. Y así, el expresidente se quedó “sin voz” en redes sociales.
Recientemente, Jason Miller, uno de sus principales exasesores, contó a Fox News que en un futuro muy próximo se podrá ver a Trump de vuelta en las redes sociales a través de una plataforma propia. “Va a redefinir completamente el juego”, aseguró Miller. En este sentido, The Washington Post publicó a fines de mayo de este año que el equipo del expresidente está trabajando en un proyecto que ellos llaman “Trump Media Group”, el cual podría incluir precisamente el lanzamiento de una nueva plataforma para este verano en el hemisferio norte.
Según el periódico local, algunos asesores han informado que aunque el producto final no está terminado, se está trabajando en una nueva red social. Otras fuentes integrantes del equipo, en tanto, dijeron que Trump podría unirse a una plataforma ya existente, si esta pusiera una interesante cantidad de dinero sobre la mesa y si el empresario pudiera tener control sobre los términos de uso. Lo cierto es que sea como sea, la reaparición de Trump en redes sociales está a la vuelta de la esquina.
Ahora bien, ¿puede suponer un riesgo que en una red social se acceda únicamente a una versión de la realidad? ¿O una plataforma hecha por y para Trump no es más que un espacio para encontrar esa libertad de pensamiento y expresión que le fue negada en las principales redes sociales del mundo? Montserrat Ramos, docente de la Licenciatura en Comunicación de la Universidad ORT Uruguay, brinda su análisis en esta nota.
¿Qué factores fueron los que llevaron a Donald Trump a desaparecer de las redes sociales?
Donald Trump no desapareció de las redes sociales motu proprio, sino porque fue censurado. Esto nos lleva a un debate de carácter político y moral muy complejo. Son muy malas señales que personas particulares puedan habilitar o prohibir manifestarse en las redes, pues están ejerciendo una censura basada en sus creencias personales y no amparadas en las leyes, como debiera ocurrir. ¿Quién los convirtió en la autoridad moral y legal de la expresión y la comunicación? ¿Quién va a ser el juez que los juzgue a ellos? Entiendo que es una espiral tremendamente peligrosa para la humanidad y que debería ser abortada ya.
"Estos instrumentos (redes sociales creadas por políticos) resultan peligrosos en los regímenes totalitarios, ya que es allí donde solo se escucha una voz. En los sistemas democráticos, la constante es la pluralidad de opiniones y eso coadyuva a la libertad de pensamiento".
¿Qué tipo de análisis hacés sobre cómo Trump usaba las redes sociales? ¿Creés que se diferenciaba de alguna forma del uso que le dan a las redes sociales la mayoría de los políticos en el mundo?
Respecto a su particular forma de utilización de las redes sociales, obviamente es tremendamente efectiva ya que fue electo presidente de Estados Unidos. Una de las herramientas que utilizó con mayor acierto fue Twitter, de hecho la utilizaba todos los días y desde primeras horas de la mañana. Seguramente tenía su propia estrategia que no era coincidente con la mayor parte de los mandatarios ya que, muchos de estos, tienen personal contratado para interactuar en las redes y es notorio que esa tarea él la llevaba a cabo en forma personal. Entiendo que, en general, las redes son para los políticos una herramienta más y para él era una de las más trascendentes.
Recientemente, uno de los principales exasesores de Trump aseguró que el político regresará en algunos meses a las redes sociales a través de una plataforma propia. ¿Qué creés que va a buscar Trump con esa red social que no encontró en plataformas como Twitter o Facebook?
Queda claro que lo que va a buscar es tener un espacio en el que pueda publicar y debatir públicamente, sin la injerencia de terceros.
Hoy en día, en las redes sociales conocidas, por más de que existe mucha violencia e intolerancia, coexisten usuarios de todas las ideologías políticas y pueden llevar adelante todo tipo de discusiones y debates. En una red social hecha por y para Trump, esto puede no llegar a ocurrir. ¿Qué tan peligroso creés que puede llegar a ser esto a nivel democrático? ¿Qué peligros surgen de que en una red social se pueda acceder solo a una versión de la historia?
No preveo que una red de esta naturaleza pueda devenir en una red de corte totalitario, en la que solo se emita una sola voz. Esto iría en contra del formato de una red, salvo que se ejerciera una censura sobre las voces disidentes y, para contrarrestar esto, deberá estar sometida a las leyes del país que la regula. Y, aún cuando esto fuera posible, la red no tendría llegada a los que piensan diferente. Por lo tanto, quedaría circunscripta a los fanáticos y obsecuentes que solamente se observan a sí mismos.
Estos instrumentos resultan peligrosos en los regímenes totalitarios, ya que es allí donde solo se escucha una voz. En los sistemas democráticos, la constante es la pluralidad de opiniones y eso coadyuva a la libertad de pensamiento. Una red de esta naturaleza, en consecuencia, solo permitiría que alguien que fue censurado pueda seguir manifestando su opinión sin el temor de volver a ser censurado.
¿Creés que si la red social de Trump resulta exitosa para el expresidente estadounidense pueda ser un aliento para otros políticos (con los mismos recursos, claro) hagan lo mismo?
Es posible que la iniciativa pueda ser replicada por otros, pero no lo creo probable desde el momento que demanda muchos recursos económicos y tecnológicos, y no todos están convencidos de su poder. Evidentemente, esto puede cambiar.