Como cada año, un nuevo y destacado encuentro entre la academia y la industria tuvo lugar en la Escuela de Postgrados y Actualización Profesional de la Facultad de Comunicación y Diseño. En esta oportunidad, con dos instancias: la Memoria Final y el Plan de Innovación.
Los estudiantes mostraron su destreza analítica y su capacidad estratégica en el desarrollo de propuestas de comunicación, marketing e innovación para empresas reales, mientras se enfrentaban a la rigurosa evaluación de expertos y clientes del mundo real.
Ambas citas tuvieron lugar el 28 y 29 de marzo, en el Auditorio de la Facultad de Comunicación y Diseño de la Universidad ORT Uruguay. Allí, los estudiantes de ambos postgrados realizaron las presentaciones finales de sus proyectos, así como también sus defensas. A continuación, algunos testimonios y aspectos destacados de este encuentro.
Memoria Final: Plan de Comunicación y Marketing
La Memoria Final es el trabajo que presentan los estudiantes del Master en Dirección de Comunicación y Marketing. El proyecto, una herramienta fundamental en la especialización que permite a los estudiantes aplicar los conocimientos adquiridos a una situación real, consiste en un análisis estratégico y una propuesta de comunicación y marketing para una empresa.
Este proyecto representa una oportunidad única para los estudiantes de conocer de cerca el funcionamiento de una empresa real, evaluar sus fortalezas y debilidades, y diseñar una propuesta sólida y realista que pueda ser aplicada en el futuro inmediato. Al trabajar con una empresa real, los estudiantes enfrentan retos y desafíos propios de la vida laboral, lo que les permite adquirir experiencia profesional ráctica y desarrollar habilidades fundamentales para su carrera.
A este respecto, los estudiantes entrevistados compartieron perspectivas sumamente positivas sobre el master, sobre cómo este abrió sus horizontes de expectativas y cómo les ha permitido moverse con firmeza y confianza a la hora de aplicar los conocimientos adquiridos en sus empresas.
Además, destacaron también la importancia de trabajar con una empresa real, ya que les permitió tener un sustento auténtico, manejar sus cifras y proponerles algo que ellos puedan ejecutar y que les convenza, basándose en datos con respaldo en todo momento.
En esta oportunidad, las empresas con las que los estudiantes colaboraron fueron Simpletech (con la que trabajaron Daniel Olhagaray y Lucía Sánchez), Mapfre (Leonel Delfino y Florencia Usher), 1000 razones (Eduardo De Castro y Sabrina Muslera) y Urucap (Verónica Balderrain).
Al ser consultados sobre esta experiencia, los estudiantes Daniel Olhagaray y Lucía Sánchez, quienes trabajaron junto a Simpletech (con Federico Lamaison y Marie-France Bourgeois como correctores), destacaron la importancia de ser parte de un proyecto con una empresa real y el impacto positivo que esta ha traído a sus carreras profesionales. Al respecto, Olhagaray señaló:
A nivel de la experiencia de trabajar con una empresa, creo que no sería lo mismo llevarla a cabo si no tuvieras un sustento real y una instancia en la que tener una contraparte que te diga: ‘eso tiene sentido en El Mundo real y eso no’. La experiencia se torna mucho más rica cuando tenés sustento y fundamento de que estás haciendo algo con sentido y con un respaldo de que estás tomando decisiones en base a cosas reales, a datos, no a supuestos. No es solamente un trabajo académico, pasa a ser un trabajo prácticamente real, porque el día de mañana muchas de las cosas que planteamos se pueden terminar aplicando en nuestros trabajos y eso hace que la experiencia sea mucho más enriquecedora.
Lucía Sánchez, por su parte, destacó que el master le acompañó notablemente en su crecimiento laboral y en paralelo, lo cual “fue crucial para poder llevarlo adelante”. “Me ayudó a pasar de un rol que no era de gerencia a uno que sí lo es dentro del marketing y la comunicación, algo que creo que hubiera sido muy difícil hacerlo sin el master”, señaló.
Florencia Usher y Leonel Delfino, que trabajaron junto a Mapfre y contaron con la supervisión de Carlos Souto y Adriana Fernández como correctores, destacaron el aprendizaje de esta instancia y la adquisición de nuevos conocimientos.
A este respecto, Usher señaló que fue una experiencia “intensa pero muy buena” en la que tuvieron una formación integral, donde desarrollaron diferentes perspectivas en relación con el funcionamiento de la comunicación y el marketing. Delfino, en tanto, recalcó que en su caso en particular, que trabaja en comunicación desde hace tiempo, “fue muy bueno para reforzar conocimientos con los que ya contaba y profundizar en nuevos conocimientos”.
Conjuntamente, Eduardo De Castro y Sabrina Muslera hicieron especial hincapié en el carácter desafiante de este reto, así como en la riqueza de la recompensa tras el esfuerzo.
El caso que nos tocó fue el de una empresa que se presentó para que nosotros le armemos un plan de comunicación. Y es muy desafiante porque nos llevó a conocer un mercado que ninguno de los dos conocíamos, tuvimos que investigar mucho, leer mucho y eso fue muy enriquecedor desde el punto de vista del conocimiento y de la práctica porque tuvimos que trabajar mucho para llegar a esto.
Eduardo De Castro
Castro y Muslera trabajaron en el caso de 1000 razones y tuvieron a Marcela Mailhos y Pablo Rodrigo como correctores.
En cuanto al master en sí, es muy desafiante y muy completo. Requiere horas de trabajo y ‘mucho pienso’. El plan de comunicación y marketing en sí hace que vos tengas que dedicar todo lo que aprendiste y aplicarlo en un caso real, que siempre encuentres más problemas que soluciones, pero la creatividad te ayuda a plantear acciones que puedan subsanar esos problemas.
Sabrina Muslera
El último caso fue el de Verónica Balderrain, quien trabajó junto con la empresa Urucap y tuvo a Agustina Navarro y Federico Banchieri como correctores. Sobre la experiencia, Balderrain aseguró también que se trató de un auténtico desafío, pero que “el cuerpo docente siempre fue muy abierto y siempre estuvo apoyando a los estudiantes, no había ´pregunta tonta’, todas eran interesantes y eso era lo importante”. Además, agregó:
Fue un trabajo muy duro, de mucha dedicación y sacrificio. Trabajar para una empresa real fue el desafío más grande, porque estás dependiendo de otras personas que son ajenas a tu tiempo y a tu ritmo, creo que cultivas mucha paciencia y flexibilidad.
Plan de Innovación
El Plan de Innovación es un proyecto sumamente valioso y multifacético. En esencia, es una herramienta académica que tiene como objetivo la integración de los conocimientos adquiridos por los estudiantes durante su primer año del Master en Creatividad, Innovación y Comunicación. No obstante, tiene también un propósito aún más amplio: ofrecer una asesoría útil y práctica a empresas que enfrentan desafíos reales en su día a día.
A través de este proyecto, los estudiantes tienen la oportunidad de poner en práctica su capacidad de análisis y diagnóstico, utilizando el contexto y el caso que se les presenta como punto de partida. A partir de aquí, deben tomar decisiones fundamentadas en todo el proceso de innovación, desde la ideación hasta la conceptualización, la solución propuesta y la implementación sugerida.
Este proyecto es una herramienta integral que permite a los estudiantes desarrollar habilidades cruciales para el mundo empresarial, como el pensamiento crítico, la resolución de problemas y la creatividad. Al mismo tiempo, ofrece a las empresas la oportunidad de recibir asesoría y soluciones innovadoras que pueden ayudarles a resolver los problemas y desafíos que enfrentan a diario.
Este año, las empresas con las que los estudiantes colaboraron fueron Empathy, con la que trabajaron los estudiantes María José Burgoa y Sofía Vázquez; Quanam, con Florencia Bertón, Natalia Epíscopo y Gonzalo Cuello; RDA Ingeniería, con Florencia García y Andrea Pérez, y la Fundación Gonzalo Rodríguez, con los estudiantes Rafael Antúnez y Stefany Delgado.
María José Burgoa y Sofía Vázquez, quienes trabajaron junto al equipo de Empathy y tuvieron a Ximena Scasso y Carolina Barrientos en corrección, señalaron que “posicionar a la empresa desde otro lugar, empezar a pensar analíticamente cuando el enfoque está más centrado en cómo mejorar la empresa en general —más allá de nuestro rol profesional—, aportar conocimientos de lo que aprendimos en el master y aplicar cosas que no se hablan diariamente” fueron algunos de los puntos más altos de esta experiencia.
Gonzalo López Baliñas, quien es Director Creativo Ejecutivo en Alva Creative House y Consultor en la referida Empathy, destacó el valor de esta actividad y lo que supone, señalando también que “(..) el aporte para nosotros es como una perspectiva que a veces es difícil tener cuando estás trabajando en algo, la perspectiva que puede tener una metodología, ver procesos de mejora, procesos de negocio, entender las partes cómo se pueden analizar, medir y mejorar”.
Consultado por la instancia, el director de Quanam, Edgardo Noya, aseguró que su empresa necesariamente ha de reinventarse en forma periódica y que lo hace con sus consultores, pero que este “no es un proceso específicamente determinado, por lo que, cuando no se llega, se busca extenderlo y ampliar la base de gente que pueda crear cosas nuevas”, en este caso, continúa, “lo hemos vivido, hicimos avances y el resultado cierra mucho con lo que observamos y de alguna manera extienden y amplían la innovación”.
La estudiante Florencia Bertón, Capital Humano en la propia Quanam, recordó que lo que la empresa había detectado era la necesidad de “crear un microemprendimiento con su gente, que su gente pueda llegar a emprendimientos que sean viables”, por lo que el equipo de trabajo se abocó a generar “una innovación en procesos para que esos proyectos se puedan llevar adelante con todas sus etapas y ser validados para que el último día puedan recibir inversión, financiamiento y participación de parte de la empresa”.
Por su parte, Gonzalo Cuello, el otro integrante de la dupla que contó con Ximena Scasso y Carolina Barrientos como correctores, señaló:
Nosotros venimos con el bagaje académico, con la teoría, y, en la práctica, muchas veces las cosas no funcionan de la misma manera. Ese ida y vuelta que se dio con la empresa nos llevó a poder cerrar y llegar a ese producto final de Innovación en procesos, que creo que va a ser bien recibida por la organización y en definitiva se juntaron las dos cosas: lo académico con lo práctico y con toda la trayectoria que tiene Quanam.
Las estudiantes Florencia García y Andrea Pérez, que trabajaron junto con la empresa RDA Ingeniería y que tuvieron a Ximena Scasso y Álvaro Pena como correctores, destacaron el valor de las nuevas herramientas adquiridas:
Las herramientas más importantes para mí fueron animarse a ser diferentes, no tener miedo a fracasar, a probar, a testear, tener herramientas específicas y bien concretas para utilizar, poner a prueba y evaluar en períodos cortos de tiempo, que eso es lo que a veces uno cuando piensa en un emprendimiento o en una idea, es lo que cuesta animarse a hacer (...).
Andrea Pérez
Martín Reina, Socio Director RDA Ingeniería, destacó lo interesante de una experiencia como esta, en donde “personas que no conocen la organización, con otra cabeza, con otra mentalidad” trabajaron a la par con su equipo. “Quieras o no, cuando estás todo el día metido en la organización, tenés la posibilidad que gente de afuera del rubro analice la empresa y nos dé su opinión (...) para nosotros es muy enriquecedor”, refirió.
Finalmente, Rafael Antúnez y Stefany Delgado, con la supervisión de Ximena Scasso y Álvaro Pena como correctores, trabajaron con la Fundación Gonzalo Rodríguez. Los estudiantes también hicieron hincapié en el valor de las nuevas herramientas adquiridas, así como en la importancia de poder trabajar con una empresa y un caso real y, particularmente, el vínculo que pudo desarrollarse. A este respecto, Antúnez señaló:
El vínculo con la organización se dio en una presentación con la empresa donde evaluamos distintas ideas con la empresa, luego ellos nos contaron más sobre las posibilidades que tenía la fundación, los actores clave con los que contaba, conocer su mapa de vínculos con el mercado y con los tomadores de decisiones, pero después nos quedamos en contacto y fuimos intercambiando mails donde nos enviaron información sumamente relevante.
Como vemos, instancias como estas representan singulares oportunidades para desarrollar al máximo las habilidades profesionales e interpersonales de los estudiantes, adquirir nuevos conocimientos y experiencias en escenarios del mundo real. Además, estas experiencias pueden ayudar a ampliar la red de contactos y a conectarse con personas de diferentes ámbitos y perspectivas.