El Día de la Publicidad, celebrado cada 4 de diciembre, es una ocasión para destacar la relevancia de esta disciplina en la construcción de marcas, culturas y decisiones de consumo.
En 2025, la publicidad continuará evolucionando, impulsada por la tecnología, la creatividad y el entendimiento profundo de los públicos, que permitirá crear experiencias cada vez más personalizadas y genuinas.
A continuación, exploramos cinco tendencias que marcarán el rumbo de la industria para 2025.
1. CGI y Fake Out of Home: creatividad sin límites
La tecnología CGI (Computer-Generated Imagery) y el Fake Out of Home (FOOH) están revolucionando la manera en que las marcas impactan a sus audiencias.
Gracias al CGI, los anunciantes pueden crear mundos imposibles, logrando efectos visuales que cautivan desde el primer momento.
Este recurso no solo permite destacar en un panorama saturado, sino también crear experiencias inmersivas que mejoran la percepción de marca y elevan la interacción.
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Por su parte, el FOOH combina CGI y efectos visuales para crear anuncios que aparentan estar en espacios físicos, aunque en realidad son digitales.
Esta técnica, ampliamente utilizada por marcas como Netflix o Maybelline, no solo sorprende, sino que genera contenido viral perfecto para redes sociales.
Sin embargo, su éxito radica en integrar esta táctica a estrategias más amplias de branding, asegurando que cada acción sea memorable y relevante.
2. Chaos packaging: la disrupción llega al diseño
El chaos packaging desafía las expectativas de los consumidores al presentar productos en envases inesperados.
Esta tendencia apela a la sorpresa como estrategia principal, generando conversación y diferenciación en el punto de venta.
Además, esta propuesta permite a las marcas redefinir sus categorías y conectar con públicos más curiosos y aventureros.
3. Marketing cringe: la incomodidad como estrategia
En la era de las redes sociales, donde la perfección abunda, el marketing cringe se posiciona como una táctica que abraza lo incómodo, lo torpe y lo inesperado.
Este enfoque, aunque arriesgado, conecta emocionalmente con las audiencias al mostrar autenticidad y vulnerabilidad.
El marketing cringe busca reacciones intensas, ya sean risas nerviosas o vergüenza ajena, para destacar en un entorno saturado de contenido.
Sin embargo, su ejecución debe ser calculada: un mal uso puede dañar la imagen de la marca.
Cuando se utiliza con humor y empatía, genera viralidad y construye conexiones profundas, especialmente con generaciones que aprecian el absurdo y la ironía, como los Millennials y la Generación Z.
4. Narrativas en primera persona: el poder de las historias reales
En un mundo saturado de contenido generado por inteligencia artificial, las narrativas en primera persona destacan por su autenticidad.
Historias reales, contadas desde la perspectiva de clientes, empleados o expertos, generan confianza y empatía, dos valores fundamentales en la publicidad moderna.
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Este enfoque permite a las marcas conectar emocionalmente con su audiencia, ya sea a través de testimonios, detrás de cámaras o experiencias de expertos.
Además, fomenta la construcción de autoridad y credibilidad, esenciales en un mercado competitivo.
Las narrativas en video, blogs o email marketing se han consolidado como formatos ideales para transmitir este tipo de historias.
5. Trendjacking: aprovechando el pulso del momento
El trendjacking es el arte de integrar mensajes publicitarios en tendencias virales o eventos culturales para ganar relevancia y visibilidad.
Esta estrategia requiere velocidad y creatividad, ya que las tendencias tienen ciclos de vida cortos.
Desde memes y bailes en TikTok hasta campañas ligadas a eventos globales como la Copa Mundial, el trendjacking permite a las marcas mantenerse actuales y conectadas con su público.
Sin embargo, el desafío radica en encontrar un equilibrio entre creatividad y autenticidad, evitando parecer forzados o insensibles.
La publicidad del futuro es audaz, creativa y consciente.
Estas tendencias no solo redefinen la relación entre marcas y audiencias, sino que también destacan la importancia de adaptarse a un entorno dinámico y competitivo.
Este 4 de diciembre, celebremos el poder transformador de la publicidad: una herramienta capaz de sorprender, emocionar y conectar, marcando el rumbo hacia un 2025 lleno de posibilidades.
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