Las relaciones públicas no solo se encargan de gestionar la imagen y la reputación de la empresa, sino que también construyen y mantienen una conexión sólida con sus públicos clave. A través de estrategias bien diseñadas, las relaciones públicas permiten a las organizaciones influir en la percepción pública, manejar crisis de manera efectiva y fortalecer su posicionamiento en el mercado y en el entorno relevante.
En este artículo veremos en detalle la importancia de las relaciones públicas para lograr una comunicación corporativa de excelente calidad, recorriendo sus principales elementos y cómo estos interactúan con los distintos públicos de interés para la empresa u organización.
Relaciones públicas en la comunicación corporativa
Las relaciones públicas son fundamentales en la comunicación corporativa, pues permiten a las empresas conectar de manera efectiva con sus diferentes públicos y grupos de interés (stakeholders). No se trata solo de emitir mensajes diseñados a medida, sino de establecer un diálogo bidireccional que ayude a fortalecer y fidelizar la relación con sus distintas audiencias.
Como describe Ronald D. Smith en su libro Strategic Planning for Public Relations (2013), las empresas y organizaciones suelen interactuar con una amplia variedad de públicos, como clientes, empleados, inversores, proveedores, medios, gobiernos y las propias comunidades en las que están inmersas.
Cada uno de estos grupos tiene intereses específicos, y las relaciones públicas se encargan de desarrollar estrategias personalizadas para abordar las expectativas de cada uno de la forma más eficaz y eficiente. Un enfoque adecuado genera confianza, lealtad y apoyo, dando como resultado beneficios como la retención y atracción de clientes, el aumento del compromiso de los empleados y la conquista de nuevos inversores y mercados.
A su vez, una característica clave de las relaciones públicas es la bidireccionalidad, que implica un intercambio activo de información entre la organización y sus públicos. Esto permite no solo comunicar, sino también escuchar y adaptar estrategias en tiempo real, fortaleciendo la relación con los públicos y construyendo relaciones duraderas basadas en el respeto y la transparencia.
Igualmente, la construcción de una imagen corporativa sólida es otro objetivo primordial de las relaciones públicas. Esta imagen, basada en la percepción pública de la empresa, se forma a partir de las comunicaciones y valores que la organización proyecta.
Las relaciones públicas gestionan esa percepción pública, comunicando de manera coherente los mensajes clave y manejando situaciones de crisis para mantener y mejorar la imagen de la empresa. Una imagen positiva no solo es una ventaja diferencial que hace destacar a la empresa en un mercado competitivo, sino que también la ayuda a posicionarse como confiable y respetada, construyendo su éxito a largo plazo.
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Marketing para la comunicación organizacional
Por otra parte, el marketing es también un elemento esencial para la comunicación empresarial, ya que permite a las organizaciones (empresas, instituciones, emprendimientos) promover y dar visibilidad a sus productos, servicios y valores ante sus públicos objetivos, fortaleciendo su posición en el mercado y su imagen corporativa.
Mientras que la comunicación corporativa se centra en las interacciones internas y externas desde las relaciones públicas, el marketing se encarga de posicionar la oferta de la empresa en el mercado. Una estrategia de marketing bien diseñada usa todo un conjunto de herramientas tales como la publicidad, las propias relaciones públicas y el marketing digital para alinear los mensajes emitidos con la misión y valores de la empresa, reforzando así la identidad corporativa.
En el libro Brand Storytelling: Integrated Marketing Communications for the Digital Media Landscape (2023) sus autores, Michael K. Coolsen y Keith A. Quesenberry, explican cómo el marketing ayuda a las organizaciones a entender a su público objetivo, adaptando mensajes y canales para satisfacer sus necesidades. Este enfoque centrado en el cliente sirve para mejorar las campañas, a la vez que fortalece la relación con los públicos.
Asimismo, el marketing se enfoca en desarrollar el branding y el posicionamiento, definiendo la identidad visual, el tono de voz y los valores de la marca, diferenciándola de la competencia. En la era digital actual, las estrategias en redes sociales y el marketing de contenidos han transformado cómo se comunican los valores de las empresas, haciéndolos más accesibles y relevantes.
La coherencia en los mensajes es vital para construir una identidad corporativa sólida. Un enfoque de marketing integrado asegura que todos los puntos de contacto refuercen la misma propuesta de valor.
Finalmente, el marketing no solo impulsa la visibilidad y las ventas, sino que también apoya los objetivos comerciales, fortalece relaciones y contribuye al éxito y sostenibilidad de la empresa a largo plazo.
Cultura organizacional y promoción de valores
La cultura organizacional y la promoción de valores son elementos clave que las relaciones públicas deben gestionar cuidadosamente para lograr una comunicación corporativa efectiva.
La cultura organizacional es un conjunto de creencias, valores, normas y prácticas que influye en cómo se toman decisiones, cómo se interactúa con los empleados y cómo se percibe la empresa externamente. En este contexto, las relaciones públicas juegan un papel crucial promoviendo y protegiendo estos valores, tanto dentro como fuera de la organización, asegurando su presencia reflejados en todas las interacciones y los vínculos.
Retomando la obra del ya mencionado Ronald D. Smith, la cultura organizacional guía el comportamiento de los empleados y establece las bases sobre las cuales la empresa se presenta al mundo.
Una cultura organizacional sólida vigoriza el sentimiento de identidad y pertenencia entre los empleados, traduciéndose en mayor cohesión, motivación y productividad. Cuando esta cultura está correctamente alineada con los valores corporativos, se crea una base firme para la toma de decisiones y la interacción con el público externo.
Las relaciones públicas son imprescindibles para comunicar los valores organizacionales, tanto interna como externamente. Internamente, estos valores se promueven en campañas de comunicación destinadas a fortalecer y reproducir estos valores entre los empleados, asegurando que estén presentes en la cotidianeidad del ámbito laboral.
A nivel externo, las relaciones públicas se encargan de proyectar estos valores a través de una comunicación coherente en todos los canales, como medios de comunicación, redes sociales, publicidad y eventos. Esto construye una reputación sólida, que repercute positivamente en la confianza y lealtad entre consumidores e inversores.
Una comunicación corporativa efectiva se logra cuando la cultura organizacional y los valores están claramente definidos y promovidos de forma consistente. Las relaciones públicas garantizan que estos elementos se integren en todas las áreas de la empresa, alineando la cultura interna con las estrategias de comunicación; la coherencia entre lo que la empresa dice y lo que hace es la clave para construir confianza.
Promover eficazmente la cultura organizacional y los valores a través de las relaciones públicas no solo mejora la comunicación en el corto plazo, sino que también tiene un impacto duradero en la reputación y el éxito de la empresa.
Una cultura organizacional fuerte con valores bien comunicados resulta imprescindible para posicionar a la empresa como auténtica, confiable y ética, atrayendo y reteniendo talentos, a la vez que se construyen relaciones sólidas con clientes, socios y la comunidad en general.
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